Más allá de la viticultura ecológica

Más allá de la viticultura ecológica

Patricia Regidor.
Responsable comunicación Bodegas Menade.

Los hábitos del consumidor han cambiado, cada vez se buscan más productos elaborados de forma sostenible con el medio ambiente y/o con el sello ecológico.

En España tenemos la suerte de contar con unas condiciones climáticas que favorecen la viticultura orgánica en numerosas regiones. Para que un viñedo sea certificado ecológico debe cumplir una serie de requisitos establecidos por el Comité Permanente de Agricultura Ecológica (SCOF), pero esta normativa contempla el uso de ciertos productos que también se emplean en viticultura convencional, aunque en dosis más bajas. En ningún caso está permitido el uso de herbicidas o pesticidas.

Sin embargo, existen una serie de prácticas en viticultura que van más allá del sello ecológico y están basadas en el mantenimiento de un suelo vivo y cohabitar en armonía con la flora y la fauna que puebla el viñedo.

Cubierta vegetal

En viticultura ecológica es habitual encontrar hierba en el suelo, llamada ‘cubierta vegetal’. Ésta puede ser sembrada o natural y tiene múltiples beneficios en función de la zona de cultivo: ayuda a mantener las reservas hídricas, evita la erosión y aporta nutrientes al suelo de forma natural. Algunas bodegas plantan leguminosas, gramíneas o crucíferas porque, cuando se cortan y se dejan en el suelo, proporcionan ‘alimento’ como nitrógeno, potasio, hidrógeno, etc.

Hoteles de insectos

También llamados ‘reservorios de fauna útil’, los hoteles de insectos son una especie de casitas que se disponen en el viñedo para que los pequeños animales puedan vivir dentro. Y, ¿qué tiene esto de interesante? Determinados insectos, como la mariquita o las abejas, actúan como depredadores de otros que son perjudiciales para la vid, como por ejemplo la araña roja.

Técnicas de confusión sexual

Uno de los insectos que crean problemas en el viñedo es la polilla del racimo, un mal endémico en zonas como Rueda. Este insecto pone huevos en los racimos, creando una especie de tela que los recubre. Cuando los huevos eclosionan las larvas anidan en las bayas, las desecan y las rompen, dejando – en este último caso- una puerta abierta para la podredumbre gris o botyitis.

Tratamientos con plantas naturales

Fabricar infusiones de determinadas plantas y tratar el viñedo con las mismas es un método eficaz para prevenir algunas plagas o mitigar efectos del clima. Por ejemplo, el ajo atenúa contra la podredumbre, la cola de caballo es un actúa como anti-hongos, la infusión de ortiga aplicada antes de la floración es buena para luchar contra los ácaros,

la milenrama es una potente anti-heladas porque aumenta la temperatura y la mezcla de suero de leche y agua sirve para prevenir el oídio.

Ozono

El ozono es agua (H2O) pero con una molécula más de oxígeno y se trata de un efectivo desinfectante totalmente natural y cero invasivo. Algunos productores, como Bodegas Menade, en Rueda, lo emplean desde hace unos años para mantener a raya ciertas enfermedades.

Como se ha comentado anteriormente, todas esas técnicas no son obligatorias en agricultura ecológica, pero son aplicadas por muchas bodegas, como es el caso de Menade, por su coherencia: forman parte de su manera de vivir y sentir el viñedo y la viticultura. Una filosofía que transciende el marketing o las modas.

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